«»Estoy muy orgulloso de haber sido torero en San Sebastián de los Reyes»». A Antonio Briceño le bautizaron ataviado con un capote. De ahí una afición taurina que le llevó a ser torero y banderillero. Entre sus anécdotas destaca las relacionadas con La Tercera, la plaza de toros de San Sebastián de los Reyes, la ‘niña de sus ojos’.»