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De los prototipos a las viseras sanitarias, así trabajan los ‘coronavirus makers’ desde Sanse

Laura RODRÍGUEZ / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 08.04.2020

Se llaman “coronavirus makers”. En un mes han pasado de ser 180 voluntarios a formar una red ciudadana integrada por cerca de 17.000 personas en todo el país. Y todos ellos/as han puesto sus conocimientos y la tecnología de las impresoras 3D a trabajar en la producción de material sanitario de protección, algo que hacen de forma altruista.

Organizados por zonas, la que corresponde al eje de la A-1 / Madrid-Norte tiene su sede central en San Sebastián de los Reyes. Desde esta nave, coordinan una producción que actualmente es de 600 viseras al día, para lo que cuentan con unas 60 máquinas que trabajan sin descanso y otros tantos voluntarios que, organizados en turnos, ayudan a ensamblar las piezas.

Aquí también empezaron produciendo respiradores que, por los estrictos requisitos de homologación impuestos por Sanidad, tuvieron que sustituir por algo que se pudiera usar de forma inmediata para salvara vidas. El resultado: estas viseras diseñadas y testadas sobre la marchador los sanitarios.

Y todo el material generado se distribuye, mayoritariamente a través de Protección Civil, entre colectivos especialmente expuestos, como sanitarios de centros de salud y hospitales, policías y otros cuerpos de seguridad, y en residencias de ancianos y otros centros especialmente vulnerables al Covid_19.

Para conseguirlo, han reconvertido negocios como éste que, antes del Coronavirus, se dedicaba al diseño industrial de prototipos destinados a la seguridad vial, nada que ver con el actual trabajo en serie y sin descanso que se realiza en sus instalaciones. Una producción de emergencia que han podido ir aumentando gracias a la donación de particulares y, especialmente, de la Fundación Pequeños Pasos.

El objetivo de los “coronavirus makers” es cubrir las necesidades actuales en cuanto a protección sanitaria hasta que la industria cree el molde que permita producir en cadena estos sistemas de protección. Y después, para lo que se les necesite, porque “cuando se trata de compartir el conocimiento para ayudar a los demás, quien puede, colabora sin dudarlo.

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