Sara GOIZUETA / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 30.08.2020
Para seguir la tradición, este día 30 de agosto debía ser el último de las fiestas en honor al Stmo Cristo de los Remedios y San Sebastián de los Reyes debía vivirla a pura fiesta, con los higos como elemento central del deleite gastronómico y con las peñas y los vecinos bailando pasodobles y bebiendo sangría.
El baile de las Higueras comenzó a organizarse a principios del siglo XX, y surgió a modo de celebración de la recolección de higos que cada año, a finales de agosto, realizaban los campesinos de la localidad.
Y es que antaño, el espacio que hoy ocupa el paseo de europa eran campos de higueras que daban un fruto tan rico que era reconocido en toda la zona. También muchas de las casas bajas del centro histórico de Sanse tenían terrenos con estos árboles.
La tradición empezó a forjarse cuando los dueños de esas viviendas, coincidiendo con los festejos del baile de las higueras, comenzaron a abrir sus puertas, a decorar sus fachadas con macetas con flores y a invitar a los vecinos a higos y bebidas en pequeñas rondas a la entrada de cada casa.
Hoy, esta costumbre se ha convertido en una de las celebraciones más emblemáticas de las fiestas del Stmo Cristo de los Remedios. Una jornada que arranca con las charangas y las peñas recorriendo las calles principales del municipio, hasta llegar a la Calle Higueras, una calle que ostenta el título de distinguida por parte del ayuntamiento por su colaboración desprendida y entusiasta en las fiestas de agosto.
Y a pesar de que con los años las casas y la propia celebración perdieron parte de su base rural, se mantiene activa la esencia cada año con la invitación a higos, el correr de la sangría y la música y el baile en plena calle.
La coyuntura obliga este año a guardar la fiesta para la próxima edición, donde seguro los vecinos y visitantes volverán a llenar la Calle Higueras de alegría y tradición para poner un broche de lujo a los esperados festejos.