Guillermo ESCOBAR / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 27.08.2017
Había ganas de volver a vivir la emoción de las fiestas de San Sebastián de los Reyes, y la verdad es que en este primer día de festejos se han cumplido todas las expectativas. Una vez más, las calles se han llenado de color, diversión, música, agua, espuma, alegría y baile, por lo que los vecinos han podido aprovechar la tregua que ha dado el sol para disfrutar de este sábado 26 de agosto en buena compañía.
Desde primera hora las calles han rebosando buen ambiente, y es que la agenda de actividades hoy no daba tregua y hacía imposible disfrutar de todas las propuestas, porque algunas de ellas coincidían al mismo tiempo.
La batucada de Hakuna Ma Samba animaba la Plaza de la Constitución al ratito de terminar el encierro y la gente iba entrando en calor al ritmo de su percusión, sus bailarines zancudos y malabaristas.
A media mañana el centro histórico estaba copado por pasacalles, música y deporte, que siempre tiene una cita en el corazón de la ciudad. Esta vez la disciplina deportiva era el cardiobox, a cargo de las monitoras del Polideportivo Dehesa Boyal.
Los más pequeños concentraban toda su energía en controlar los nervios y la adrenalina en las calles en las que se celebran los encierros infantiles. Sin duda, un éxito de convocatoria, que cada año sigue creciendo. En las talanqueras no cabía un alfiler y las carreras se han celebrado según el rango de edad. la primera tanda ha correspondido a chicos y chicas de 11 a 15 años de edad. El segundo grupo era para los niños de 6 a 10 años y finalmente, los más pequeños. El chupinazo marca el inicio del encierro y estos corredores tan especiales inician el recorrido de un encierro, que en apenas unos metros convierte a Sanse en la capital de las sonrisas infantiles.
Real Vieja, Postas y la Plaza del Tejar aglutinaban el mayor índice de diversión por metro cuadrado. La charanga Xoxongorri amenizaba la zona de la Peña El Remedio en el tradicional Baile de la Amapola mientras niños y adultos se daban un baño de agua y espuma.
La fama de nuestras fiestas traspasa fronteras mucho más allá de nuestros conocidos encierros, como así lo demostraba un grupo de amigos de distintas partes del mundo, que disfrutaban de un aperitivo afirmando lo bien que lo estaban pasando gracias a la comida, la gente y el buen ambiente de las calles de Sanse.
El grupo Palenque animaba la Plaza de la Constitución con flamenco y la gente se animaba a bailar. Durante toda la semana numerosos artistas van a desfilar por los distintos escenarios en los que hay dispuestas actuaciones musicales, tanto de día como de noche y de madrugada. La animación no tiene fin y llega el turno de las pistolas de agua, los globos y los cubos arrojados desde los balcones de la Calle San Roque o la guerra acuática que propone la caseta del Club Deportivo Carranza.
El Centro Histórico vive uno de sus momentos de máximo apogeo y se acerca la hora de comer. Las barras que los bares colocan al aire libre se llenan y la Fiesta de la Tapa ofrece la posibilidad de tomar una cerveza + una tapa por 2 euros y medio en ocho restaurantes y bares, cuyas propuestas gastronómicas sacian el apetito de los presentes.
La feria de día en Sanse demuestra que la diversión no tiene por qué ir asociada al ocio nocturno y se confirma como una estupenda manera de divertirse paseando por las calles del municipio. Aquellos que quieran disfrutar de estas fiestas pueden hacerlo a cualquier hora porque la música, la diversión y el agua pueden estar a la vuelta de cualquier esquina. ¡Avisados están!