Sara GOIZUETA / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 27.08.2020
Centro neurálgico de la ciudad, lleno de vida comercial y de ocio, el casco histórico lleva casi 35 años ejerciendo de anfitrión estructural en las fiestas del Cristo de los Remedios.
Sus calles, balcones y plazas se engalanan a finales de agosto para ver pasar a los miles de visitantes que pasan por la ciudad para disfrutar de su gastronomía, sus actividades y sus fiestas taurinas.
A lo largo de los años se han producido algunos cambios en la programación y las actividades festivas, pero sin duda el más significativo fue la modificación del horario de los encierros de las 8 a las 11 de la mañana.
Un ritmo frenético de trabajo para los empresarios del casco histórico, un espacio vivo casi las 24 horas del día durante las fiestas, que viven cada edición con mucha ilusión y gran intensidad, después de encargarse de los preparativos durante todo el año.
Por eso, enterarse de la suspensión de las fiestas fue un duro golpe para quienes integran este espacio.
Ahora, toca terminar de reponerse y empezar a pensar ya en las fiestas del año que viene.