Guillermo ESCOBAR / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 04.03.2021
Pese a ser uno de los centros educativos más veteranos de San Sebastián de los Reyes, el Instituto Gonzalo Torrente Ballester, sigue adaptándose a los nuevos tiempos. Junto a las reformas y acondicionamiento de espacios e instalaciones deportivas que han modernizado su aspecto a lo largo de los últimos años, ha llegado la más reciente incorporación, un aula de naturaleza.
El dinero obtenido por ser ganadores de los Premios a la Innovación Educativa que otorga el Ayuntamiento se invirtió en la creación de este espacio, que cuenta con una bancada que permite dar clase al aire libre, un estanque, animales e incluso un huerto en el que los alumnos interesados pueden colaborar durante el recreo.
La cubierta ha sufrido desperfectos por el temporal Filomena del pasado mes de enero, que ya se están arreglando para retomar las clases al aire libre ahora que el invierno termina. Este aula se ha convertido en un fantástico recurso de enseñanza. No sólo porque a los alumnos les encante recibir clases al aire libre, sino porque sirve de desahogo debido a las medidas especiales que se han tenido que adoptar por la pandemia del coronavirus. Se imparten clases online, y cada clase se ha desdoblado en dos subgrupos, que asisten al instituto en distintos horarios, los grupos, además, deben ser más reducidos, por lo que el instituto se queda pequeño y se aprovechan todos los espacios disponibles. Todo un reto para un centro acostumbrado a superar dificultades.
El departamento de Biología y Geología continúa trabajando en nuevos proyectos para el Instituto Gonzalo Torrente Ballester. Como el que acaba de concederle el Ministerio de Ciencia y Tecnología llamado “Pájaros en la nube”, que instalará una caja nido en un árbol del centro para monitorizar los datos de las aves insectívoras que lo aniden. Ventajas, de ser un instituto cercano a un espacio natural privilegiado como la Dehesa Boyal.